domingo, 20 de septiembre de 2015

Discriminación y explotación

Quienes son discriminados son a menudo explotados. Es posible discriminar a otros, pero tratarlos bien. Sin embargo, es discriminatorio tratar a alguien menos bien de lo que tratamos a otros por arzones arbitrarias y, por tanto, injustas, como el color de piel o el sexo. Incluso cuando los animales no son explotación, son discriminados porque no son tenidos seriamente en consideración. Los humanos tienen una diversidad de actitudes hacia los humanos. Algunos no tratan a los animales con respeto en absoluto. 

Mucha gente considera que un caballo merece mayor consideración que, por ejemplo, un ratón, simplemente por su tamaño relativo. Tenemos la tendencia a pensar que los animales pequeños son menos conscientes, cuando esto no es necesariamente así.

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